Nueva Normativa de Servicios Digitales

Hace veinte años que la UE aprobó la directiva sobre comercio electrónico que tenemos vigente. Si en veinte años han cambiado cosas en cualquier situación de la vida, ¿qué decir del ámbito de Internet? ¿Miremos atrás e intentamos recordar cómo era la venta online hace dos décadas? Si la prioridad entonces era que la conexión a internet llegara a los hogares y que lo hiciera con cierta velocidad -hablamos de Kb o algún Mb-, como podemos dar por sentado, los servicios digitales estaban en la prehistoria.

Las nuevas tecnologías, los nuevos servicios, los nuevos negocios han surgido en ingente cantidad y variedad. De la misma forma, los riesgos para la ciudadanía y la sociedad, en general, también. Ante problemáticas y necesidades actuales, la respuesta era confusa y con frecuencia inadecuada.

Legislativamente, toda la evolución del sector no se ha apoyado con regulación adecuada… hasta ahora. Era una reclamación general de que el mercado único europeo requiere un marco jurídico moderno adaptado a la realidad de hoy.

La nueva normativa se llama Ley de Servicios Digitales, en inglés Digital Services Act (DSA) y ha estado en debate y fase de enmiendas en los últimos años hasta que, recientemente, el Parlamento Europeo ha aprobado el texto con la propuesta de regulación de plataformas online.

Los principales propósitos se basan en crear un espacio digital más seguro en el que se protejan los derechos fundamentales de todos los usuarios de servicios digitales, y establecer condiciones equitativas para fomentar la innovación, el crecimiento y la competitividad, tanto en el Mercado Único Europeo como a nivel mundial. Porque la normativa nace en Europa, pero no cabe duda de que tendrá repercusión en todo el mundo. La nueva ley define claramente obligaciones y responsabilidades de los proveedores de servicios digitales y tiene un foco específico en grandes plataformas, redes sociales y markets. Señala obligaciones vinculantes a nivel de la Unión Europea para todos los servicios digitales que conecten a los consumidores con bienes, servicios o contenidos. Ya hemos oído alguna opinión en contra de Mark Zuckerberg, propietario de Facebook… bueno, Meta.

La norma es amplia y con mucha repercusión. Veremos cómo se va aplicando, al final traspasar el papel a la realidad de las empresas y personas no siempre es fácil de conseguir. Debe ser realista con la propuesta y con las medidas correctoras. El objetivo es loable, proteger los derechos fundamentales de los usuarios en el mundo digital y, sin duda, no será sólo con esta nueva regulación que se irá consiguiendo. Esto no para y va a una velocidad de vértigo.

Artículos relacionados

Scroll al inicio