¿Con tarjeta o con cookies?

¿Con tarjeta o con cookies?

Seguramente se habrá dado cuenta. Algunas apps o páginas web, empezando por las de periódicos online, que han sido pioneros en este tema. Nos ofrecen la posibilidad de “Rechazar cookies (o cookies)” para seguir navegando por sus páginas, eso sí, previo pago de una pequeña cantidad de dinero, por ejemplo, 0,50 euros para consultar su web durante 24 horas, o directamente ofreciendo una cuota de suscripción.

Esto no es una nueva política de ingresos implementada este mes de enero por iniciativa propia. El micropago ha sido una solución, veremos si provisional, para hacer frente a la entrada en vigor en España de la nueva guía sobre el uso de las cookies elaborada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), un documento que obliga a ofrecer de forma visible y clara la opción de rechazar las cookies cuando visitemos una web. Aceptar o rechazar deben estar el mismo nivel de visibilidad para que elegimos. No es que hasta ahora no existiera, es que lo que se ponía delante bien accesible era “Aceptar” y bastante… después tuvo que ponerse el permitir la selección por tipo de uso de cookies pero lo de “Rechazar” seguía estando escondido. Sin cookies no existe información personal de valor y así la publicidad pierde relevancia. Es decir, los ingresos escapan.

Las cookies rastrean hábitos de navegación, lo que permite personalizar los anuncios que vemos. Si consiguen que sean relevantes, hay mayor probabilidad de hacer clic, es decir, un ingreso para quien muestra la publicidad en su medio. Sin galletas, sin rastreo, la publicidad es genérica, potencialmente menos interesante, menos rentable.

Ante esta previsión de descenso de ingresos por publicidad, algunos sitios web nos plantean cómo queremos pagar por el contenido. Porque gratis no hay nada. Nos dan dos opciones, pagar con cookies y datos personales o pagar con tarjeta. Si aceptas las cookies, permites que se trate tu información de uso para mostrarte "contenido y publicidad adaptado a tus preferencias". Si no lo aceptas y las rechazas, te ofrecen pasar por caja. Seguirás viendo publicidad, no creas, pero será genérica, no personalizada. Lo tradicional de ver anuncios de marcas deportivas en web de contenido deportivo.

Cabe decir que tampoco todas las galletas están sujetas a esta nueva normativa. Afecta sólo a las externas, es decir, no implica cambios con las cookies que tienen como finalidad estrictamente la medición de la audiencia del sitio o de la aplicación y es un tratamiento realizado en nombre exclusivo del editor para obtener datos estadísticos anónimos.

En resumen, toda aquella web que utilice cookies requiere una revisión urgente y estricta. Ahora más que nunca, es necesario conocer cuáles se usan y para qué. Debemos ofrecer claramente esta información y permitir la gestión por parte del usuario hasta el punto de que las rechace con todo derecho.

Artículos relacionados

Scroll al inicio