La Generalitat de Cataluña ha decidido eliminar el teletrabajo para determinados altos cargos de la administración, considerando que sus responsabilidades requieren una presencia física constante. Esta medida afecta a aproximadamente 480 personas, incluyendo subdirectores generales y cargos asimilados, que deberán trabajar exclusivamente de forma presencial a partir del 22 de enero de 2025.
La decisión ha generado malestar entre los afectados. Más de 200 altos cargos han firmado un manifiesto expresando su desacuerdo, argumentando que el teletrabajo ha demostrado mejorar la calidad del trabajo en equipo y que la presencialidad obligatoria es un modelo anticuado.
Pese a las quejas, el Govern mantiene su postura, afirmando que la presencia física es esencial para la dirección efectiva de los equipos y la implementación de las políticas públicas. Esta medida forma parte de un plan más amplio de reforma y transformación de la administración pública catalana, que busca reforzar la presencialidad en los servicios públicos.
Al margen de este caso, lo que se está consolidando como tendencia clave en España y Cataluña es el trabajo híbrido. Es raro ya el teletrabajo al cien por cien. El trabajo híbrido, que combina trabajo presencial ya distancia. Este modelo ofrece flexibilidad y productividad, pero también plantea importantes desafíos en materia de protección de datos. Las empresas deben asegurar que el tratamiento de datos personales sea seguro y cumpla con la normativa vigente, especialmente el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Si se plantea esta modalidad, lo primero es empezar con un análisis exhaustivo de los datos que trate y de los riesgos asociados al trabajo híbrido. Determine qué datos personales se procesan desde casa y cuáles desde la oficina. Esta auditoría le ayudará a detectar puntos débiles y establecer prioridades. Esto no es nuevo, pero es necesario poner foco en garantizar la seguridad de los datos con medidas adecuadas, como encriptación, contraseñas seguras y la autenticación de doble factor.
Como siempre, estos cambios deben definirse y comunicarse claramente, para que todo el mundo sepa cómo trabajar en este entorno, por ejemplo, con dispositivos personales? ¿Sólo con conexiones VPN? Quizás hay que tener muy presente la formación, es el mejor antídoto para posibles futuros incidentes. Y no lo haga una vez y ya está, planifique formaciones periódicas. De la misma forma que es necesaria una monitorización continua de las medidas adoptadas y ajustes según sea necesario, la preparación del personal también debe estar en evolución en este entorno tecnológico donde nos desarrollamos.
El trabajo híbrido puede ofrecer beneficios a las organizaciones, pero también exige un enfoque proactivo en protección de datos. No dude en buscar soporte formativo para alcanzar entorno laboral más seguro y de confianza.